¡Oh! Versátil mimbre

Probablemente para mucha gente que lee este blog pensar en mimbre los remita a la zona del Tigre, y más puntualmente al puerto de frutos. Y les recuerde a los típicos canastos con manijas.

Pero como todo en la vida con el tiempo se re-significa, este caso tampoco es una excepción y el mimbre recobra fuerza y aparece de a poco, tímidamente, en varios espacios y estilos de ambientación.

El mimbre tiene muchas ventajas. Una de ella es que al tratarse de una fibra natural es biodegradable, eso significa que es un material que al descomponerse vuelve a la tierra.
Al utilizar este tipo de elementos naturales aportamos una ayuda al medio ambiente, y también a los productores, logrando además bajar el consumo de materiales industrializados.

Aparte de este aspecto sumamente importante, se pueden agregar varias ventajas de tipo cualitativo a la utilización del mismo. Una es su versatilidad para integrarse a distintos tipos de ambientaciones.

Desde siempre se pensó al mimbre como elemento decorativo de casas con un estilismo rústico y casi autóctono. Hoy eso es historia del pasado.

Ya es bastante común ver muebles en colores vibrantes, inclusive en toda la gama de los tonos neón. Sillas y sillones de un cuerpo, banquitos, muebles de guardado y mis favoritas: las lámparas colgantes.

El mimbre también se integra perfectamente a ambientaciones shabby chic, utilizándolo en sus versiones en blanco o manteca. En las escandinavas, dejando el material al natural (en este caso es preferible utilizar el mimbre de tono mas pálido que se encuentre). En las rústicas y en las de estilo granny ¡Les dije que es un material versátil!

Adentro o afuera. Utilizando los acabados y materiales adecuados, estos mobiliarios se pueden utilizar tanto en interiores como en exteriores. Las galerías y patios decorados con muebles de mimbre siempre son una opción de decoración acertada.

El plus de todo esto es sobresaliente ¡Es un material súper económico! Así que ya no hay más excusas para tener tu casa como siempre quisiste ¡Es sólo cuestión de proponértelo!

Beso y hasta la próxima 😉