Seguramente haya 1001 colores para este clásico del diseño, pero no, yo no voy a presentar 1001 opciones, aunque la idea es contarles un poco acerca de este modelito que a mi me encanta y mostrar diferentes opciones de como usarlo e integrarlo a la decoración de hoy.

Siempre tuve la fantasía de tener un gran sillón Chesterfield de dos o tres cuerpos en cuero marrón clarito. No se porque será que me despierta admiración y buen gusto este diseño que data del silgo XVIII o XIX. Lo cierto es que el sueño se queda en instancia de fantasía y por ahora me conformo con un sillón recto de 2 cuerpos con unos asientos mulliditos… Tal vez algún día…
El modelo fue encargado a un ebanista por el conde de Chesterfield y su uso estaba pensado para los clubes de señores. Sí, un concepto muy machista para transitar este siglo. Pero el sillón da revancha en versiones rosa, turquesa, mint, etc. Y también en otros géneros que hacen que no sea tan caro como en su versión original de cuero.


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