Uno de las cosas que me tienen muy ocupada últimamente es también el proyecto de mi propia casa. Pero como dice el viejo refrán: “En casa de herrero cuchillo de palo”
Mudarme de Capital a la hermosa ciudad de Maschwitz supone un cambio enorme para alguien que como yo que vivió toda su vida en medio del caos capitalino.
Nací y crecí en el barrio de Villa Urquiza (salvo por unos breves aventureros 9 meses en que viví en el pintoresco barrio de San Telmo) y siempre me fascinó la magia de Maschwitz. Y mucho antes de que siquiera pudiera ser una posibilidad el venirme para estos pagos ya estaba enamorada de esta encantadora ciudad.
La historia sigue gracias a esa sincronisidad misteriosa del destino que hizo que los padres de mi susodicho tuvieran quinta en la ciudad. Y luego de charlas y de barajar distintas posibilidades decidimos que era un hermoso lugar verde para ver crecer a nuestra primogénita.
Como por suerte la casa está recién en construcción tengo todavía unos meses de changüí para decidir varias cosas del proyecto. Pero otras no. El revestimiento y los colores tengo que elegirlos YA! Ni que hablar de la distribución de las habitaciones de la casa.
En este post, y también a modo de organización personal, les muestro alguna de las cosas que sí están decididas!
La idea consta de un gran área pública en donde se encuentra el living y el comedor que están comunicados de forma abierta a la cocina. Toda esta parte está envuelta por grandes paños de vidrio que dan al exterior.
Luego a través de un pasillo se accede a las habitaciones.
Revestimientos:
Para la parte de la pintura exterior estamos entre jugarnos por un naranja a la cal o alguno de los colores tendencia de este año de Alba, como el Oro monárquico.
El piso decidimos hacerlo todo en el mismo material para logral una continuidad visual. Como la casa tiene mucho parque es importante que sea algo práctico y de buena calidad además de ser lindo. Elegimos el porcellanato Ego de Ilva.
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