Mi trabajo me hace conocer gente excepcional, es una de las cosas que me gustan de ser diseñadora.
Porque ir a las casas hace que uno conozca un poquito de ese mundo interior de las personas. Ellos se abren y ves ahí un cachito del alma, de sus sueños e ilusiones.
Pero a Miguel y a Mabel los conocí mucho antes, en mi primer trabajo en relación de dependencia que hacía relacionado a la decoración. Trabajaba (allá por mis 24 añitos) en una conocida empresa de pisos en el barrio de Colegiales. A los años me fuí a recorrer otros rumbos pero cada tanto volvía de visita porque siempre sentí mucho cariño por quienes entonces habían sido mis compañeros.
Unos muchos años después recibí una llamada, era Miguel, que sabía que estaba trabajando como diseñadora independiente y quería ayuda para proyectar la remodelación de su cocina.
Me encontré con una cocina bastante vintage, de colores marrón y anaranjado y un revestimiento simil machimbre que ya no iba. Y entonces fue la primera vez que los pude usar! Ay sí! Estoy hablando de los azulejos subway (estabamos en pleno auge de tendencia), lo propuse y no lo dudamos.
Cambiamos pisos y revestimientos, además le dimos una lavada de cara a los muebles (a los cuales también le cambiamos los herrajes) y compramos artefactos de iluminación entre otras cosas.
Pero la estrella (siempre tiene que haber una) de esa deco fueron los azulejos decorados artesanalmente que hicimos “salpicar” en la pared arriba de la mesada. Fueron medio un dolor de cabeza porque al ser artesanales tardaron más de la cuenta… Pero creo que nadie se arrepintió luego de ver el terminado.
La cocina quedó fresca y mucho más luminosa de lo que era. Mabel ahora cocina mas rico (me dijeron por ahí), y Miguel chocho de la vida!
Y a ustedes que les parece?
Besos y hasta la próxima!
Todas las fotos son de mi autoría.
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